jueves, 5 de julio de 2007

Conflictos éticos del control demográfico de las poblaciones


La expresión “problema de la población” es un término muy frecuentemente utilizado que llega a convertirse en un tema que se difunde por los medios de comunicación social.

Con esta expresión se suele decir que el tamaño de la población es lo que está afectando a su propio bienestar, al de poblaciones adyacentes o al de toda la humanidad. Lo que mas se observa es que este concepto se aplique a tamaños de población excesivos con repercusiones negativas para dicha sociedad y esto hace que se realice un control del supuesto “problema”.

Malthus fue el primero en vincular, mediante una proporción inversa, el tamaño de la población y el bienestar económico colectivo; y esa idea es la que ha permanecido hasta nuestros días.

Algunas Justificaciones de Malthus que apoyan el concepto de problema:




  • La capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre.


  • La población aumenta en progresión geométrica y los alimentos aumentan en progresión aritmética.


  • Eterna lucha por el espacio y por el alimento, recursos siempre limitados, y por tanto ejercen una presión restrictiva sobre el crecimiento de las poblaciones, vegetales, animales y humanas.


  • Si no se sale de la pobreza, las personas pobres comienzan a reproducirse, el número de pobres aumenta, y al haber más personas con las que repartir los bienes escasos, se produce a la larga un empobrecimiento general de toda la sociedad.

Posiciones del siglo XX:
El neo – malthusianismo que es partidario de políticas agresivas de control de la población.
Posturas pro-natalistas que consideran que el “problema de la población” es una construcción ideológica con tinte imperialista, porque los problemas de los países poco desarrollados no provienen de su exceso de población, sino de la dinámica del capitalismo trasnacional.

Según Warwick existen 5 principios básicos que deben guiar el análisis de las políticas de población que son:

1) Toda persona tiene derecho a la vida, entendido como el derecho a gozar de buena salud y a estar protegido de las acciones de otros que puedan producir la muerte, la enfermedad, la incapacidad o el dolor.

2) Toda persona tiene derecho a la libertad, entendido como el derecho a tomar decisiones sobre uno mismo y a actuar conforme a dichas decisiones.
3) Toda persona tiene derecho al bienestar, entendido como un nivel adecuado de acceso a la comida, vestido, vivienda, cuidados sanitarios y educación.

4) Toda persona tiene derecho a un reparto equitativo de las cargas y beneficios de las políticas públicas de población. .

5) Toda persona tiene derecho a recibir adecuada información exhaustiva y veraz acerca de los riesgos y beneficios de las políticas públicas de población.


Análisis de los conflictos éticos desde la mirada de salud pública y el rol del profesional de enfermería:

Hoy sabemos que la interrelación entre población, desarrollo y medio ambiente es tan estrecha que es preciso trabajar simultáneamente en estas tres áreas.

De acuerdo a los principios bioéticos podemos definir el principio de no-maleficencia como: “no hacer daño físico, psíquico o moral a las personas”, es decir, “tratar a todas las personas con la misma consideración y respeto en su vida biológica, psicológica y moral”. Por lo que entra en juego el respeto a la vida, libertad y derecho a la información. Por lo que se debe respetar las decisiones autónomas de las personas, lo cual implica que la elección de un determinado procedimiento de control de la natalidad debe estar basado en una decisión libre y voluntaria por parte de las personas. La instauración por China en 1979 de la política del hijo único es uno de los ejemplos de que este principio no se ha tomado en cuenta, en donde se ha llegado a secuestrar a las mujeres embarazadas del segundo hijo para trasladarlas a clínicas y obligarlas a abortar.

Es nuestro rol salvaguardar la plena autonomía de las parejas en relación a su planificación familiar, para lo cual podemos realizar educaciones a la población, y así puedan tomar una decisión informada, en donde la información entregada por los profesionales de la salud deberá ser veraz y comprensible, ya que muchas veces se oculta información relevante, como lo es en el caso de muchos programas de esterilización puestos en marcha en Asia y en algunos países de América Latina en donde se ocultaba sistemáticamente la irreversibilidad del método o sus posibles complicaciones.

En relación al principio de justicia podemos mencionar que se refiere a “tratar a todas las personas con la misma consideración y respeto en el orden social, político, económico y cultural”, existe un bienestar y repartición equitativa. Se debe permitir el poder decidir en libertad en materias de planificación familiar, facilitando el acceso a todos los grupos sociales.

Con respecto al principio de beneficencia se derivan los “mandatos” y los “consejos”. Los profesionales de la salud tenemos la obligación de especificar por medio de los mandatos las obligaciones de beneficencia de un sujeto para que las asuma pública y voluntariamente. Además por medio de los consejos podemos promover la aceptación de las obligaciones de beneficencia pero en forma privada y sólo en la medida en que su propia conciencia moral se lo exige.

Los pacientes deben tomar decisiones autónomas que sean consistentes con sus propias escalas de valores, personales o comunitarias, y con sus planes de vida y de felicidad. Por lo que los programas de control de la natalidad deben procurar que la elección de un determinado procedimiento de control de la natalidad sea el resultado de una valoración conjunta de los involucrados y los profesionales del programa en una dinámica de escucha activa.

Consideramos que como profesionales de la salud podemos intervenir en el control de la natalidad de maneras no tan drásticas como tratar de influir en la planificación familiar de las parejas, ya que esto una decisión muy personal, sin embargo podemos guiar a las parejas en lo que se refiere a planificación familiar en base a sus deseos, recursos, etc, sin imponer una postura prácticamente autoritaria como en el caso de China.

Una de las mejores maneras de intervenir como profesionales de enfermería en este ámbito es trabajar en la prevención de embarazos adolescentes, puesto que esto no es solo una medida de planificación familiar y control de natalidad, sino además una medida de salud pública en la que podemos estar previniendo enfermedades de transmisión sexual.

En Chile la realidad en relación al tema es completamente antagónica a lo que ocurre en Asia, ya que sabemos que existe el esmero por promover la natalidad a favor de aumentar nuestra población joven para promover el desarrollo del país por medio de la producción que aportarían estos jóvenes en contraste a lo que ocurre hoy en día en donde la población es mayoritariamente adulto mayor, ya que el aporte de mano de obra e ideas vanguardistas promuevan una evolución provechosa para nuestro país.

En definitiva la organización de la sociedad y de la propiedad debe hacerse, por tanto, de tal manera que se garantice a todos igualdad de oportunidades en la realización de cada uno de los derechos.

No hay comentarios.: